lunes, 7 de diciembre de 2009

frente al sol

darle la vuelta a las palabras a las flores a la ropa a la comida en el plato sacudir las sábanas frente al sol que el polvo se vuelva sólido que el agua se estanque se evapore y no haya nubes sino densidad aérea no lo pienses

shine in the farmer (siembras)

después de cortar los frutos y meterlos en la olla, las manos grandes destraban las semillas de su nido hasta entonces oscuro - la multiplicación de los panes - el milagro de la tierra húmeda - un rayo que busca la luz - y el nacimiento, que es tan simple como la concepción - después de observar las primeras hojas las manos grandes las rozan - y con una herramienta hecha con la mitad longitudinal de una tacuara, comienza el trasplante - la siembra se proyecta - devenir de frutos

miércoles, 2 de diciembre de 2009

arabimia tierra terracota

(un fragmento inicial sin barcos ni bicicletas)

ahora viene de cuerpo entero / una rampa para saltar al vacío donde el cuerpo se vuelca y no termina de caer nunca un impacto de frente / desmesurado perro que va contra la pared y se da de bruces sin aminorar la marcha sin evitar el impacto que es de piedras blancas y se ejercita y se convierte en dientes hocicos y trompas en el suspenso de la luz / y los deseos de la fruta en las manos vacías / y los deseos de la fruta en las manos llenas / y los cinco dedos de tu mano que aprietan el viento y me lo traen hasta el plato en el que como

un lobo solo

un lobo solo que ruge

un lobo solo que ruge y descansa

es de agua la noche entera y los pájaros salen de los úteros del sueño, innumerable el vuelo / son nuestros también esos cuerpos y en las columnas, sobre los reflectores, todas las gaviotas son la misma figura desprendida con las mismas tijeras y una ola cubre la isla que tenemos frente a nuestros ojos

los cinco dedos de tu mano me traen el aire apretado y lo sueltan en mi boca / planear es nuestro / planear es de la piedra y del cuerpo del agua / planear debajo de la piedra / planear en situación de instrumento en tanto música y los bosques como elementos en ebullición de una tabla desconocida en la que escribimos la historia de la humanidad con un pedazo de madera liso y afilado

viernes, 6 de noviembre de 2009

acrobacias infantiles

¿y si no te resistieras,
y si el salto fuera
un solo
maravillarse del aire,
desnudos los pies,
desnudas las manos

¿siempre hay un vaso cuando el agua,
siempre el cuenco de las manos,
siempre la boca?

dibujos
en el aire
el agua ---
los pies ---
las manos ---
la boca ---

¿cuál atardecer es el que te ensombrece
cuál luna que ver no quieres,
la que no mira de frente,
acomplejada luna
pudorosa luna
que se viste
de arco
iris

Alice debería ser tu nombre
de un tornasol
no permitido
sino en algunas noches
sino en algunas lluvias

y si de todas formas el salto
allí, estantes
con pedacitos de carne
dedicados a una tía

y si de todas formas el salto
no acantilado
no !plaf¨! en el final
no final, solo
puro salto
una conferencia interminable
de estantes con objetos
que parlamentan:
un cuchillo grande y filoso

sí, había cuchillos
de carne y hueso
cuando niños:
el del mango cilíndrico hecho de arandelas de piedra
de colores alternados, colores de piedra
diecisiete veces vio
el alma del que veía que se iba muriendo

sí, había zarcillos secos
en el patio húmedo de los inviernos;
decir quebradizos, duros y frágiles
es decir zarcillos

lo sé: preguntarás si el salto es salto
o ingravidez
y se me caerá una lágrima
!cómo responder!

y si el salto fuera:
si ahora tengo cinco años
y el agua se lleva mi cuerpo
se lo quiere llevar
pero la piedra: oh, piedra

y si el salto fuera:
el flotador se va de cabeza
y el agua se lleva mi cuerpo
se lo quiere llevar
pero la mano: oh, mano

y si el salto fuera:
el cable que aprieta con sus dedos invisibles
y el flujo invisible se lleva mi cuerpo
se lo quiere llevar
pero la fuerza: oh, fuerza

y si el salto fuera:
el niño cruza la ruta leyendo
y el auto se lleva mi cuerpo
se lo quiere llevar
pero los frenos: oh, frenos

y si el salto fuera:
un impulso directo sin medida ascender a la rama del árbol
y la rama se quiebra, se lleva mi cuerpo
se lo quiere llevar
pero el perfume: oh, perfume

¿qué salto es el salto del niño
surco tras surco
pierna tras pierna
sobre los repollos?

(vendrás como una loba
vendrás como una cabra
vendrás quizás de singular serpiente
serás ese animal sin nombre
que espero en estas muertes que me abandonaron cuando niño
ese animal donde de tornasol
se monta
para caer en redes
que morirán su alma)

el salto carretel
su cuerpo, el roce,
los sonidos
y el hilo se desprende
perfora lo que haya
el aire, no sé

la escasa longitud
que de viaje
el carretel me ha dado
unos ojos grandes

inmersiones

encontrar la lengua
traspasar los dientes con la punta de una ola
dónde encontrar ese bote
que no se hunda y sin embargo caiga columpio
sobre el fondo barroso del amor
me traes un obsequio envuelto en celofán
me traes un estúpido barco que sabe hundirse, eso dices,
y volver a bogar
con su acuosa resonancia me hastía
subo en él y me sumerjo una y otra vez
encontrar la lengua

viernes, 30 de octubre de 2009

imaginaria de algunos mundos posibles

NO HAY SEDUCCIÓN en el deslizarse de las proas siempre recargadas de aerodinamia, añoro, sí, las popas rezagadas donde el mar parece quedarse a vivir un romance y sin embargo subo y bajo escaleras de todo tipo sabiendo que cualquier intento de fuga será inútil

DEBAJO DE LA SUPERFICIE limpia limpia, mis pies como cubiertos de una liviana gelatina. Con el índice trazo signos que duran para siempre y desaparecen ante mis ojos. No he vuelto a ver una eternidad tan repleta como esa

SALTAN A CADA PASO y solicitan un lugar. Hay como ratones traslúcidos que hacen piruetas sobre los insignificantes frutos. Todo es parte del agua

LLUEVE y desde el lecho marino los peces soplan con todas sus fuerzas: las olas se forman y arremeten, la embarcación llena de remiendos se hamaca, cruje, suspira, gime: la isla se recorta en un más allá de niebla.

ARDE EL PASTIZAL, loas de la hierba seca ante el milagro del fuego. Un árbol de otoño cabecea en la loma, le parece estar ante un sueño, cierra los ojos con fuerza y los vuelve a abrir como quien intenta salir de la poblada ciudad del sueño. El árbol de otoño no tiene frutos, apenas un clamor

EL CUCHILLO DEL VIENTO descabeza los animales del campo y se queda clavado en el grueso tronco del árbol sin frutos. No hay diferencia con otros rituales de la sangre, sólo que esta vez el árbol parece decidido a dejarse vencer

UN MAL PASO y se desploma sobre las chapas de zinc. El estruendo rompe las membranas del aire y se da de cabeza en los canteros del jardín, sangra. Con dificultad se yergue nuevamente sobre sus patas e intenta continuar su travesía en el alto

EL PATIO DE LA FÁBRICA es una planicie donde la cáscara de arroz fulgura. Acuden pájaros de países lejanos, en cada brillo de plumas, el llamado misterioso del instinto

cuatro miniaturas entrelazadas

El amante hablará de la señora que le enseñó el amor, la de los amantes de barro, sí, tal vez pueda contarlo.

El reverendo hará una película donde el cordero en realidad se despierta en su propio sueño. Hace un rato estaba en el rebaño, pero ahora está en el futuro, ¿será acaso el reverendo el pastor de este cordero descarriado?

La Reina de Corazones enciende un fuego para comérselo, ¡qué de niñas disfrazadas trepan para el viaje, con el calor de sus pequeños sexos apoyados en el lomo!

Querrá aparearse con estos seres, hijas del reverendo y de algún pájaro hembra; tendrá que seguir una pista: dar doce pasos hacia la Cruz del Sur, preguntar la hora, buscar un tesoro.

sábado, 24 de octubre de 2009

fundadores del festival de rosario (1993)



En la mesa de lectura de izquierda a derecha, Jorge Montesino, Fernando Belottini, Patricio Raffo, Rubén Vedovaldi, Reinaldo Sietecase y Sebastián Riestra.

martes, 13 de octubre de 2009

annpreitz

El texto que sigue es un fragmento de la novela que lleva el mismo título que el de esta entrada. Una novela que, según los planes, deberá estar publicada en septiembre del año que viene. Esto es un anticipo. Gracias.
“Hay momentos en los que cuesta trabajo reconocer la propia edad. Llegamos a viejos sin darnos cuenta, sin preparación. Lo pienso ahora que la veo, la observo en detalle sin que ella se conmueva por nada, sin que ella me sorprenda la mirada con un gesto de complicidad. Nunca los tuvo. Creo que hemos, sí, “hemos”, los dos, privilegiado la convivencia sobre cualquier otra cosa. No ha habido momentos conmovedores entre nosotros. Por ejemplo, sé, con total certeza que ella nunca ha interrumpido la intimidad de mi rostro al momento de afeitarme, por lo tanto no he tenido ocasión de colocar sobre la punta de su nariz un dedo de crema. Nunca hemos reído juntos sin razón alguna, no tengo certeza pero me parece que nunca hemos reído juntos ante ninguna situación ni cómica, ni ridícula, ni desgraciada para un tercero. Lo pienso ahora que observo el movimiento de sus pasos. Esa lentitud que aún no llega a arrastrarse, pero que permite ver ese inexorable devenir que no tardará en llegar. Esos gestos fáciles: agacharse para levantar mis pantuflas y luego hacer el recorrido para alcanzármelas casi sin mirarme, automáticamente. Me ha permitido que la observe durante toda la vida, entonces lo hago. Ella está ahí sin demostrar cambios en su música interna, siempre la misma nota, siempre monótona, parsimoniosa y lejana aunque la tuviera entre mis brazos. Observo sus ojos sin peculiaridad mientras la mirada va de un objeto a otro. ¿Pensará ella las mismas cosas con respecto a mí, estará observando mis gestos, o su amor, si es que se trata de amor, apoyará las patas en esos extraños signos que a veces se tejen alrededor de la palabra admiración? ¿De cuál de mis malignos pensamientos se quedó prendida y no pudo despegarse? ¿En qué momento decidió que era yo la persona?
Debo pensar en la posibilidad más cierta. Lo más probable es que ella, al igual que yo, haya renunciado a la búsqueda y se haya agarrado de lo primero que se le puso en el camino. Alguien con quien mantener un placer razonable y un pasar estrecho pero aceptable, alguien que no pida demasiado y a quien no exigirle casi nada, alguien con quien comer a las horas de comer y dormir a las horas de dormir.
No.
Eso no es conformismo.
Tiene otros ingredientes.
Porque yo sé de sus ojos sin peculiaridad y ella no debe desconocer que la floja carne de mi rostro es por lo menos, olvidable.”


* * * * *


El escenario del amor a veces no es lo planeado. Y aunque no sea el ideal se transforma en el escenario del amor. No lo elegimos, se presenta de pronto. Las cosas pasan así, como cuando un perro nos ataca y nos muerde o el automóvil se nos va de las manos y perdemos el control y provocamos un accidente. Es un instante. El paisaje da vueltas y pierde su inexorable y repugnante pobreza, y aunque luego de los revolcones y la pasión nos quede un insoportable olor a mierda en todo el cuerpo, por un momento fue otro. Por un momento fue el lugar ideal.

sábado, 10 de octubre de 2009

anticipo: épica del infierno y los roedores

En unos días más se completará la edición del libro - poema Épica del infierno y los roedores, una incursión a la poesía narrativa. He aquí los primeros fragmentos a manera de anticipo:
1

pasadizo y bajo tierra están sin otra misión — aquellas flechas no vagan por el aire con su temblor de segura muerte — quietas ahora sobre la tierra que es el arriba o de pie en las paredes arrinconadas de los pasadizos — esperan al amo — quien blandiendo su espina suelte toda la furia — no me crean — todo esto es una vulgar mentira — los aires no hay aquí para nadie — en otro momento quizás — pero no ahora — cavernoso este sitio se las ingenia para aplastar toda intención de furia — yacen en racimos — las manos fláccidas a un lado y otro del cuerpo — no tiemblan ni se tensan — se dejan estar en una blandura malsana y opiácea — las voces de los primeros tiempos continúan rebotando sin fuerza en los corredores — hay barro y roedores que acaban de ser descubiertos — válgame dios si éste no es el infierno — alejada toda voluntad de crucifixión — invadidos los cuerpos por costras vivas que les dan sin paradoja alguna una capacidad de acción que jamás soñaron


2

escarban en la tierra helada — una potencia que desconocen mueve sus brazos — animales sin linaje buscando la salvación más abajo — las miradas incrustadas en la nada oscura que les presenta su propia acción salvaje — hienden — bajo la piel del rostro no se percibe alma ninguna — el cristal de sus ojos es impermeable a todo gesto — cada tanto alguno lleva a la boca un puñado de tierra — la sal y el agua que esconde esa masa que separan para llegar al fondo es una atracción prácticamente irresistible — van transformándose a medida que se entierran en los huecos que abren — enfrentarse a la oscuridad es un desafío más leve que lo real de esa luz mezquina que abandonan — luz al fin — sierpes — perderse es encontrarse en esta ciénaga cubierta de nieve a veces — de vegetación informe — el lodazal es la puerta de entrada — y sus corazones vibran ante la latente posibilidad de alejarse para siempre de lo más temido — una superficie hostil — una cavernosa posibilidad de encontrar el fuego — deberán atravesar ríos de corrientes más feroces que un hambriento enjambre de agujas de hielo


3

qué clases de engendros irán a su encuentro —


4

sueltan las esporas de los hongos — único alimento — en sus propios cuerpos costrosos de oscuridad nacen y es la noche

lunes, 5 de octubre de 2009

textraído de La Capital / para lo que dé lugar

Francisco y Elvio Gandolfo en épocas del Lagrimal Trifurca


Gracias a Osvaldo Aguirre por el artículo del 16 de abril de 2006.

En 1982, Rubén Sevlever publicó "Poemas inéditos", una selección de textos por entonces desconocidos y cuya historia ha quedado documentada en la correspondencia personal de Francisco Gandolfo.

La antología de Sevlever contaba con un estudio del escritor uruguayo Mario Levrero (1940-2004), a partir de una solicitud que Gandolfo formuló así: "Esotérico: necesito la colaboración de tu inteligencia críptica abierta sólo a la calidad oculta y reservada, a la posibilidad solícita de algún búho encantado, como ese del dibujo del artista esquimal que preside nuestras publicaciones. Se trataría simple y complejamente de expresar algo sobre la poesía de Rubén Sevlever (...). Como buen poeta, llega sin apuro".

Gandolfo mantuvo tan en secreto el pedido, que ni siquiera el propio autor de los poemas estaba al tanto. Levrero había conocido a Sevlever en 1969, cuando vivió durante unos meses en Rosario, y luego ambos mantuvieron una correspondencia esporádica.

En febrero de 1982 el texto encargado llegó con el correo a Ocampo 1812, el domicilio de Francisco. "Esto no será una plaqueta -escribió entusiasmado, en una carta de respuesta-, sino un duelo del poeta con su crítico, oficiando yo de juez. No pasará nada, pero está bien que el poeta muera a manos del crítico para que su fracaso toque fondo y se eleve si no a los astros, por lo menos a los árboles o a las nubes: mejor a los seres humanos (...) La plaqueta saldrá interesante como un western, con las tensiones del duelo a la hora señalada".

A vuelta de correo, Levrero aclaró que, "dejando expresa constancia de la excelencia del poeta, a quien sinceramente admiro" hablaba del "fracaso inherente a la condición humana, enfrentada a lo Absoluto". Por las dudas había dado a leer sus textos a unos amigos (a los que llamaba "mi equipo de ratas de laboratorio") y "el veredicto fue unánime: no sólo no se encontró nada lesivo para el autor sino que la opinión fue: «cuando el autor lea esto dirá por fin alguien me entiende»". Concluía con una pequeña broma: "Tal vez usted ya sepa muy bien todo esto, y no haya podido evitar esas imágenes de western: después de todo, Gandolfo bien podría ser una traducción apresurada de Wayne".

El 13 de junio de 1982 Francisco Gandolfo volvió a escribirle a Levrero a propósito de la repercusión de los "Poemas inéditos" de Sevlever. "La plaqueta fue un éxito inmediato en una mesa redonda de escritores locales", contaba. "Al terminar el acto, me animé a hacer una presentación informal, sentado junto a Sevlever y su esposa -seguía Francisco-. Me paré anunciándola y dándole una a Rubén dije: «en este momento su autor la conoce», agregando que si querían podían colaborar con 10 mil pesos o sea «un palo» viejo. Enseguida salieron a relucir los billetes, pero como Sevlever, emocionado, continuó mis palabras al ver tu nombre y decir que estaba comentada por un escritor uruguayo, paré la venta hasta que terminó de hablar y después me sacaban las plaquetas de las manos. Se me caían los billetes por falta de práctica pero Eve (nota: la esposa de Francisco), sentada a mi lado, los levantaba. Me sentía un poco ridículo y avergonzado, pero feliz".

domingo, 4 de octubre de 2009

Los viajes / Experiencias terrenales (3)









8 al 18 de septiembre, Córdoba
Ahí vamos. Taller intensivo. Una experiencia nueva con integrantes de lujo. Ejes transversales, 1) lectura en la Facultad de Letras, Jueves Culturales organizado por los estudiantes; 2) Feria del libro de la Provincia; 3) Conversaciones y café jarro al por mayor.
Historias llenas de frutas y escaleras, acompañadas de una música que se acerca y se aleja y se acerca y nos envuelve. Vemos asaltos en vivo y en directo. Me siento en los inodoros jesuíticos de Alta Gracia y me recreo en esos patios de ensueño. Corto unas flores amarillas y las coloco sobre la mesa.

UN POEMA PRIMITIVO, EDITH

este es un poema primitivo : un poema para Edith que no lo espera
un poema que cuando habla del frágil cuerpo de las bailarinas, en realidad está hablando de mis propios vínculos con mi propia muerte
un mantel inerte que extendido sobre sus cuatro patas y en el aire sostiene la osamenta mía
¿comienzas a entender por qué este es un poema primitivo?
algo parecido a las palabras que podría haber pronunciado Akehraton en el desierto
y vino tu cuerpo a pararse frente a mí
soltó sus pasos desde las cornisas
se detuvo un instante
un rayo me dijo : es por esto que has buscado a las mujeres que danzan, las mujeres que vuelan, las mujeres que traman sus pasos hasta el exacto momento de la quietud
¿te das cuenta Edith, quién te ha enviado a decírmelo?
ahora entiendes por qué he buscado a las mujeres que danzan, a las bailarinas
vivir en la verdad, Akehraton, las bailarinas, cuyos cuerpos crujen al menor contacto de las manos, tu cuerpo Edith, que es el cuerpo de todas
nunca hubiera imaginado esta aparición
tu nombre no estaba en esta historia
el golpe lo diste ahora
en la calle
por eso es un poema primitivo
con la fuerza enormísima de lo frágil, y atas las cañas cortadas y planas formando cruces y centellas
nunca había habido tan púrpura impacto de fragilidad
un martillazo de materia que se hace saltando desde las sombras
un poema primitivo como este, nunca había habido
saltas, Edith, de la sombra a la materia, y te haces así, en un solo acto, representación de lo que se desintegra; y te esfumas y te desintegras en mis manos, bajo mi mirada, ante la primera intención de tocarte, eres sólo ese instante antes de desintegrarte, nube que no apacible, su jirón, su ala, su deshecho enjambre
saltas, de la sombra hacia la materia y te quedas como si hecha de carne y hueso burlando la mirada, te aprietas a mi cuerpo y ruedas con tus campanas y cascabeles sobre la dura oposición del asfalto
un poema primitivo no puede hablar de amor ni de muerte ni milagros
la quieta figura (y todo el mundo lo sabe), trae odres invisibles cargados de genios que al asomar sus cabezas eructan cielos y, habladores, pintan la superficie de amarillo, la voz aguda y azulada del látigo, el estampido, la oscuridad revela el impacto golpeador de lo inmóvil
el cuerpo de Edith aparece y desaparece alternadamente en distintos puntos
el cuerpo de Edith se deshace al contacto de mis manos
El cuerpo de Edith
¿lo entiendes? ¿entiendes al poema primitivo?
y entonces disparas, aprécialo, pareces decirme con la voz que transporta en el adentro
el cuerpo de Edith que no lo espera

Los viajes / Experiencias terrenales (2)

José Kozer, Jorge Montesino, Diana Bellessi y Elvio Gandolfo, frente al Centro Cultural Rivadavia de Rosario (Argentina)


Con Alejo Carbonell y Beatriz Vignoli en la madrugada rosarina.

Un gato ajeno que trae el recuerdo de los gatos propios.


Viernes 18 de septiembre: Rosario y las casualidades

Rosario es para conocer en persona a José Kozer, compartir aunque sea un momento con la persona que se presiente amigo en las cartas, que se comprueba de corazón grande allí al estrechar su mano. Encontrarlo sin casi buscarlo. Que sea él mismo quien traiga al grupo a Elvio Gandolfo que apenas unas horas atrás aparecía en unas historias de idas y vueltas entre Rubén Sevlever y Mario Levrero y un prólogo para aquellas míticas plaquetas post Lagrimal Trifurca. Que sea Elvio en la foto casi adolescente en la pantalla horas antes y que sea Elvio en la realidad ahora mismo y que pueda contarle la historia, y que venga Diana Bellessi y se acerque y traiga la conversación amena y las fotos.
Y en la noche tarde, bien entrada, encontrarse con conocidos, tentar una copa de vino, jugar con gatos ajenos, conocer a Beatriz y conversar de Fernando. Resumen de unas pocas intensas horas, más las lecturas que supimos conseguir.




Los viajes / Experiencias terrenales (1)

Con Angélica Freitas, Aitana Alberti, Elder Silva y Mónica Sifrim

En la lectura final del sábado 5 de septiembre con Elder Silva


Con Horacio Fiebelkorn en el Espacio Altamira, lectura nocturna




Con Alicia Salinas y Alfredo Fressia, lectura en el CERP del Este


Con Angélica Freitas, preparados para la primera lectura en el Liceo



Punta del Este – Maldonado

31 de agosto 2009.


Solo y el mar. El viento. La playa. La imagen cliché. Una película nueva. Una película vieja. Hay pasos sobre la arena, pasos y silencio, el único silencio posible: el de las olas arrastrándose a mis pies. El único silencio posible: la pared del agua que se levanta y me mira a los ojos. Una gitana: “Sé que tienes billete, pero lo necesitas para otra cosa. Te voy decir de todas formas a cambio de cualquier moneda que tengas que te sientes aquí y allá y estás desorientado en este mismo instante (es que en mi pueblo no hay comunidades del tuyo, antes sí los veía seguido, los conocía). Te diré también, pero tú lo sabes, que debes tomar decisiones importantes y no andará mucho el tiempo hasta que lo hagas. Ahora estás un poco ahogado, te sientes sofocado, pero en poco tiempo más tendrás claro el camino y entonces todo será mucho muy liviano”. Llueve. Llueve. Llueve. Las semillas sobre la tierra negra. Las frutas doradas del níspero. Las piedras. El fantasma de un perro.


01 de septiembre de 2009.

IV Encuentro de Escrituras y I Seminario Internacional de Historia, Lengua y Literatura
REUNIENDO LA DIVERSIDAD
1 al 5 de septiembre de 2009, Maldonado, Uruguay

Participantes del Encuentro de Escrituras: Alicia Salinas, Carlos Bernatek, Cecilia Romana, Esteban Moore, Horacio Fiebelkorn, Mónica Sifrim, Pedro Mairal, Aldyr García Schlee, Angélica Freitas, Aitana Alberti, Jorge Montesino, Antonio Cisneros, Alejandro Michelena, Alfredo Fressia, Elder Silva, Ignacio Martínez, Inés Trabal, Malí Guzmán, Marciano Durán, Mario Delgado Aparain, Omar Moreira, Andrea Blanqué, Damián González Bertolino, Diego Fischer, Hugo Fontana, Leonardo de León, Marcel Sawchik, Raquel Diana, Roberto Poy, Silvia Guerra.

Lecturas en las que participé:
Martes 1 de septiembre / Liceo Departamental de Maldonado, a las 20:00 horas con Agélica Freitas.
Jueves 3 de septiembre / CERP del Este de Maldonado, a las 15:00 horas con Alicia Salinas y Alfredo Fressia.
Jueves 3 de septiembre / Espacio Altamira de Maldonado, a las 19:00 horas con Horacio Fiebelkorn.
Sábado 5 de septiembre / Casa de la Cultura de Maldonado, a las 19:00 horas con Elder Silva.

sábado, 8 de agosto de 2009

no se te ocurra traerles globos

es sábado y llueve. ¿qué hacemos con los niños? --dijo la mujer de musculosa roja sin levantar la vista del líquido que dentro de la licuadora daba vueltas pastosamente. qué --respondió la jovencita de camisa a cuadros. que es sábado y llueve, dije --dijo repitiendo la frase y explicando a los gritos porque el ruido de la licuadora todo lo cubría--, y también dije, qué mierda hacemos con los niños, en realidad te preguntaba. no sé, pero si salís, no se te ocurra traerles globos --dijo la mujer de camisa a cuadros que ahora se ha puesto un sombrero azul y se ha tirado en el sofá acentuando su imagen de cow-girl, qué --dijo la de musculosa roja con una mano sobre la tapa de la licuadora y la otra prendida como un imán al aparato celular, la vista ahora metida en la pantalla luminosa en la que escribe un mensaje. que hagas lo que quieras menos traerles globos. no se te ocurra --respondió gritando la de camisa a cuadros. pero por qué --dijo la de rojo. mejor no te explico ahora. pero haceme caso, no le traigas globos --remató la de cuadritos, la cow-girl, que ahora se encierra en el sombrero que no es de ella y se tapa la cara. niños no.

viernes, 17 de abril de 2009

inmolarse

lorenzo saca la lengua, está frente al espejo con la boca abierta, la luz de los pequeños focos alrededor de la luna vidriosa es potente, puede ver la carne roja de la parte interior de las mejillas y también sus dientes amarillos y grandes, ahora vuelve a sacar la lengua, unas manchas casi insignificantes parecen moverse sobre la superficie áspera y babosa, abre más la boca y extiende la lengua, piensa que podría arrancársela de cuajo
no lo hará
no tiene el coraje suficiente para un acto tan primitivo
mutilación
la saliva dibuja estalactitas dentro de la boca y a lorenzo le hace gracia, mueve la toalla que tenía colgada del hombro, la lleva a su cabeza y la imagen en el espejo desaparece
se seca el pelo
la garganta le duele pero no relaciona, en ese momento, las manchas móviles sobre la lengua con el dolor de garganta, no tiene las secuencias montadas aún, es un relato discontinuo, la profesora de literatura diría que se trata de un texto contemporáneo, por sus cualidades y describiría esas cualidades repitiéndolas una y otra vez, como si de una fórmula química se tratara
ahora lorenzo se sacude el pelo con ambas manos y sale del baño
la garganta le duele
las manchas se mueven
el pelo está mojado
el espejo es un pedazo de otro mundo
la saliva dibuja estalactitas en la oscuridad de la boca cerrada

"lo que me sorprendió en ese momento, mientras las contaba, fue el tema de la inmolación colocado en el centro pero borroneado, como menoscabado en las tres películas, o al menos no literalizado. en ninguna se dice, miren cómo me inmolo, o gueeee se está inmolando, nadie lo verbaliza, pero la inmolacion está omnipresente. hay la inmolación en el hermano descarriado de slumdog millionaire que se entrega para que su hermano consiga lo imposible, en una especie de autocastigo por todo el mal que pudo haberle causado. hay la inmolación en harvey milk cuando inconscientemente se entrega al consejal opositor, quien no sabía que era un homosexual reprimido y capaz de hacer lo que hizo. hay la inmolación mucho más central y evidente en el ex combatiente de corea que se hace matar para que sus vecinos chinos puedan tener alguna oportunidad de vida. morir por morir sería mucho peor, en todos estos casos hay motivos de ética y por ello un propósito en la muerte de cada uno de los personajes mencionados. ¿por qué en una misma edición de los oscar se da esta coincidencia? ¿por qué en un mismo tiempo tres autores coinciden en darle valor al acto de la inmolación que es básicamente un acto pegado por la prensa dominante a los atentados de la facción musulmana más radical.?¿tiene esta aparición del hecho inmolatorio una lectura subliminal?" (fragmento de una columna publicada en el día de villaguay el 18 de abril de 2009, firmada con las iniciales M.L.

al besar a maricel lorenzo siente un súbito aumento de temperatura dentro de la boca. tratando de que el cambio físico no afecte su gesto ni su beso, lorenzo aparta la boca y abraza a maricel acomodando la cabeza de la chica en su hombro, escondiendo su rostro sobre el pelo de la muchacha. está turbado, es el abrazo de un boxeador groggy, un abrazo desesperado, un abrazo en el que el protagonista desea no ser visto y sin embargo está cercado por las miles de miradas que se clavan en él, lorenzo lo sabe, todo el mundo ha visto la temperatura de su boca, el calor cede de a poco, el hamaca el cuerpo y cuando todo pasa, cuando la tierra deja de girar, recién ahí comienza a separarse y vuelve a mirar a maricel. ella es la única que no se ha enterado de nada.

jueves, 12 de marzo de 2009

atletismo

la sincronización para el salto magnífico no se sostiene en el hartazgo de un ejercicio hasta la perfección sino en el único movimiento posible para lograrla, lo irreemplazable e impensado, de igual modo el agua, aunque sucumba, viaje sin posibilidad de regreso, fruta que se estrella y revienta aunque las semillas

domingo, 22 de febrero de 2009

gatos en la casa

quizás haya sido la luz del sol metida en la casa a través del ventanuco bajo y pequeño, o quizás el olor del hígado crudo, cortado en extraños poliedros que sólo mi abuela sabía fabricar con la cuchilla grande y, que, desde su textura ventosa, se pegaban al piso de baldosas calcáreas con un chasquido que atraía de inmediato a los gatos, mucho más que las voces que ella, mientras desarrollaba la acción, daba, llamándolos. quizás haya sido eso. o quizá no.

miércoles, 18 de febrero de 2009

la medalla de aniversario

no tenía la edad suficiente para una hallazgo de tal magnitud, aunque quizá nunca la tuviera en el futuro, de todos modos sus manos; sí, eran sus manos, arrancaron del olvido de la tierra, y ni siquiera un arqueólogo mudo lo hubiera hecho mejor, una medalla que recordaba los cincuenta años de una fraternidad, grande, gruesa, de bronce, oscura y en las manos del arqueólogo mudo sin los años suficientes para comprender su propio asombro, lo mejor de la historia era saber que nunca tendría la edad suficiente, porque también sabía que aunque, con esmero, guaradara la medalla, grande, gruesa, oscura, de bronce, se le volvería a perder.

dicho y hecho.

milita molina : los gritos de Evita por la radio opacaron mi nacimiento


En una entrevista reciente Milita Molina (Santa Fe, 1951) se presentó con un libro del francés Patrick Ourednik, El instante propicio, diciendo que le interesaba porque es de los pocos escritores contemporáneos que reflexiona sobre la escritura. De entrada, según la reportera Molina leyó un fragmento de ese libro:

"No evito tanto la escritura como la literatura. En la escritura está la verdad, en la literatura la mentira. El que escribe estudia sus entrañas y busca las palabras. La literatura es la manera de no tener que enfrentarse a la escritura, de propagar mentiras con impunidad."

Esta lectura le permite introducir un tema que desvela a la escritora. “Me preocupa que importe cada vez menos la escritura. Ahora todos persiguen el tema, por ejemplo alguien se separa de su mujer y escribe una novela sobre esa separación. Pero yo soy una escritora sin tema; no escribo novelas que se puedan contar por teléfono.

Más allá de la publicación reciente de su novela Melodías argentinas, exscusa para la entrevista de un medio de Buenos Aires, la santafesina llama la atención por otras cosas que van más allá de su presencia freak.

“Aunque mi editor había intentado que algunas de mis novelitas ‘funcionaran’, no lo había conseguido, y lo más que había logrado conmigo era tener un autor de los jocosamente llamados de ‘culto’ que no rendía dividendos. El me animaba a continuar, pero no por filantropía, sino como si mi fracaso le despertara un interés particular, como si mi fracaso también fuera su inversión.” (La muñequita de papá)


Volviendo a Ourednik, en estos días guía espiritual de Molina, el francés asegura que no hay nada que teman los escritores más que la escritura: “Las palabras les son tan indiferentes como un ladrillo a un albañil” (nótese la no tan velada referencia a Mallarmé).

Hace poco leí en un suplemento cultural --dice Molina-- un texto elogioso sobre la poesía de
ArnaldoCalveyra. De pronto se dice con asombro que Calveyra "saca las palabras de su sentido gastado". Tener que aclarar eso es redundante, ¿no? Pero también me pregunté por qué asombra eso hoy, cuando escribir es estar siempre desgastando las palabras, el sentido común; no purificando las palabras, sino escuchándolas en el sentido beckettiano. A mí me gusta detenerme en el lugar común y empezar a bromear. Es una tarea casi de basurólogo, de arqueólogo. Salvo Leónidas (Lamborghini) y algunos poetas, ya no se habla de la escritura.

“Nací el 22 de agosto de 1951. Era el día en que Eva Perón renunciaba a la vicepresidencia. Decía mi madre que los gritos de Evita por la radio opacaron mi nacimiento”. (La muñequita de papá)

La escritura lleva a perderse y no a encontrarse, eso lo sabe bien Leónidas Lamborghini. La escritura no lleva a ninguna identidad sino a una pérdida, en el pleno sentido de la palabra.

Hace poco estuve en Uruguay y escuché una palabra que en mi infancia mi madre me decía mucho: “aprontate”; no sé si acá en Buenos Aires se usaba porque yo soy santafesina. A mí me encanta recuperar esas palabras un tanto antiguas. No tengo la empresa de triturar y despedazar las palabras, estirarlas, deformarlas y cagarme de risa de eso. Y aunque ese no es mi estilo, no sé si en algún momento me va a ocurrir algo parecido. Marina Svetaieva decía que no importa en qué lengua no iba a ser comprendida, total no iba a ser comprendida en ninguna. No sé si voy a llegar a eso que decía Lamborghini, que se empieza a escribir para no ser comprendido por la familia, después por los amigos, y finalmente para que uno no se comprenda. El momento más lindo es ése.