viernes, 29 de febrero de 2008

la tecnología global te da opciones descubre las siete diferencias

núblase la posibilidad de atar los cabos en el muelle,
la nave tiene cojines de algodón en ambos lados: redundancia: babor y estribor
núblase también esa placentera sensación de confort con la cual el capitán marcaba
en el tablero digital las coordenadas evitando que el barco encalle

toma cuerpo una cierta evanescencia purpúrea,
la nave podría tener grietas en ambos lados: redundancia: babor y estribor
toma cuerpo también la inquietante presencia del peligro que el capitán percibe
en el desmadre digital que inevitablemente produjo que el barco encalle

despedida en el desierto de la noche

muy lindo todo, pero ahora tengo que irme, se me hizo tarde

ah la música, se me pasó, cómo pude olvidarlo, el repertorio estuvo excelente, disculpe, qué maleducado

y gracias por las frutas, soy tan olvidadizo, no estaban en su punto, pero es mejor así, ayuda a tomar conciencia de que lo perfecto es apenas una ilusión en esta vida

jueves, 28 de febrero de 2008

mara vacchetta boggino opina sobre retirar o no de los libros de estudio a halley mora

A propósito del comentario que en este blog hicimos del artículo de rubén bareiro saguier sobre mario halley mora, la psicoanalista mara vacchetta boggino me hizo llegar una opinión que considero interesante compartir con los lectores del blog.
EL ESCRITO DE MARA VACCHETTA BOGGINO
Me manifiesto muy en contra de retirar los mamotretos de Halley Mora de las escuelas, como usted sugiere. En realidad, podría ser egoísta y pensar que si se saca a Mario, entro yo... Pero no es así como debemos hacer cultura. Pienso que si Mario fue en su vida un hombre cuya ética es reprobable para mis valores, no por eso voy a pensar que su obra literaria es mala. Con la pluma , fue un sujeto inspirado y he disfrutado tanto leyendo como asistiendo a obras de teatro suyas que tienen mucho acierto en cuanto a pintar la psicología del paraguayo. Eso sí, es necesario que cuando se lee una obra de él en las escuelas, se hable del hombre con sus luces y sus sombras. En su vida personal, Einstein fue un sujeto pequeño, tanto que su primer mujer terminó en un hospicio y un hijo suyo se suicidó ( se puede corroborar lo que digo, pero no estoy tan alejada de la verdad) . Newton fué un hombre oscuro, incluso un hombre cruel en su vida privada y sin embargo ni en el caso suyo ni en el de Eisntein, su descubrimiento pierde valor alguno en el cotejo con su vida privada, es más, ambos fueron hombres que crearon formidables rupturas epistemológicas en el área en que fatigaron. Y ni qué decir de los santos!!! Este señor de Ballagher (o como se escriba), el creador del Opus Dei, tiene detractores que cuentan anécdotas que lo colocan al santo a la altura de cualquier hombre de a pie, diciendo vulgaridades!!! Y está en los altares!!! De modo que Montesino, cuando se juzga una obra, muchas veces tendremos que hacer dicotomías y así como separamos el trigo de la paja, separar al hombre de su obra. No da gusto, es argel, no querríamos que fuese así, pero así es la vida...
UNA BREVE APRECIACIÓN PARA INICIAR UN DEBATE NECESARIO
Mara Vaccheta Boggino cita ejemplos de pobreza y debilidad personal en Einstein y Newton, pobreza que no afectó más que al ámbito privado de sus vidas de ser ciertas sus afirmaciones. En cuanto a Escrivá de Balaguer y su santidad, sabemos todos que se trata de cuestiones políticas del Vaticano y que esa historieta en realidad no sirve para este tipo de ejemplificaciones.
El problema con Halley Mora es que su ética, afectó vidas de otras personas en el ámbito público, ejerció poder político, sojuzgó, hizo abuso de autoridad, ¿cómo explicar eso a los niños (es muy suave decir "sus luces y sus sombras"), explicar que a consecuencia de sus intervenciones directas se secuestró, se emvió gente presa y quién sabe cuántas otras cosas más?
Borges incluso tfue cuestionado ideológicamente, pero jamás dio una orden de las que solía dar según cuentan sus víctimas, Halley Mora desde la dirección del nefasto diario Patria. Vuelvo a reiterar, hay que sacar las "obras" de Halley Mora de los planes de estudio pues aunque sean técnicamente correctas, están manchadas con la llaga de la indignidad. Es parte del cambio que el Paraguay necesita. Y que entren autores que aunque hayan tenido vidas privadas con muchos yerros no tienen el pecado del terrorismo de Estado.

martes, 26 de febrero de 2008

Lacrimosa telenovela del Kurupícho lambareño contra el mundo

AL ENTRAR AL BLOG DEL KURU (Cristino o Xtino) BOGADO
El día 25 de febrero de 2008, veo con sorpresa que se ha publicado como un “post” la antología completa JUGO LOCO en la cual el antologador Cristino Bogado me incluyó en la versión editada en libro. Recorro el texto, veo que el prólogo tiene algunos cambios pero que allí la mención a mis escritos continúa estando presente. Pero al recorrer los textos —extensos en los casos de Joaquín Morales, Jorge Canese, el propio Cristino Bogado, nuevos en el caso de Mónica Britos, Miguel Méndez, Viveros y otros que no recuerdo (creo que había nuevas incorporaciones)— encuentro que, una vez más mis textos han sido escamoteados. No estban incluidos en su “post”.

Ante la situación, y como no era la primera vez que Cristino Bogado hacía este tipo de omisiones conmigo, le reclamo vía mail, mediante el siguiente breve mensaje:

ey cristino,
tengo que seguir creyendo que la omisión es pura casualidad,
o hay un trauma no resuelto ahí,
qué pió pasó esta vez,
nos vemos.
j

AL PARECER EL HOMBRE ESTABA EN LÍNEA Y ME CONTESTA, DE LA SIGUIENTE MANERA (1)

boludo
el libro sale en baires
sera la primera vez ke te publikan en baires (2)
y gracias a mi (3)
asi ke deja de joder
si lei tu texto solemne resentido (4)
proakademizante
estadistiko
sin humor ninguno en tu blog
sobre la kapital... (5)
corte algunas partes (6)
porke el cyber donde laburo es malo
pero no kiere decir
ke te saka del
libro (7)
tranki si lo ke me interesaba
mover
porke
agora toy linkeado en un portal kurepa importante
era
el rpologo
y alli estas viejo..
yendo a otra cosa

ppragmatika
decime llegaste a sakar
segunda edicion
o reedicion
con prologo de doctor Tudela (8)
tu novelita guai
sabes porke
me piden narrativa
paraguay
jakembotiana
me falta el tuyo (9)
loko!!

avisame
urgente eso
a ver komo lo resolvemos

tranki

fue
de repente
un error
(deliberado) (10)
cortar tus poemas
pero era de todos modos mui largo
lo retokare
tranki

pero me fastidio tu post-anti colamn gutierrz...
lo arreglo en dos minutos
si el cyber es bueno

falo
cara

xtino

PD. yo no tengo lios psicoanalitikos asi ke no te preokupes mis unikos lios son monetarios, no pasa nada


(1) Por favor no tengan en cuenta la grafía, se trata de una novela experimental, donde el habla de los sectores más lúmpenes de la literaturaturita paraguaya se expresa con altivez y exactitud.

(2) Temerariamente, y sin conocer la historia, el kurupícho afirma algo que no sabe. En 1989 ya el que suscribe había sido publicado en la Primer Antología “60 Jóvenes Poetas de la Argentina” de la Bienal de Arte Joven, pero eso ya es historia vieja. Una vez más recordemos que hay que poner la cabeza en funcionamiento antes de poner la lengua en movimiento.

(3) Como puede observarse el Kurupícho se cree el Salvador de los escribas mediterráneos.

(4) Se refiere a parte del post que escribí en mi blog acerca del encuentro Asunción Kapital Mundial de la Ficción, un fracaso rotundo.

(5) Efectivamente el evento Asunción Kapital Mundial de la Ficción fue eso: pura ficción, inexistente más que para los organizadores. Una vergüenza para el Paraguay.

(6) Reconoce que cortó algunas partes de la antología, único hecho que le reclamaba en mi correo.

(7) Dice que no me sacó del libro, que aún me mantengo pese a que me recortó en su blog.

(8) Se refiere a Antonio Tudela Sancho, quien escribiera un artículo y fuera presentador de mi libro “Tré la Tré María, novelita’í”.

(9) Jakembó Editores se comprometió a editar 300 ejemplares de una novela que me fue encargada y que entregué sin pedir el pago de los derechos correspondientes y colaborando con la impresión de la tapa, como manera de apoyar a la empresa, sabiendo —por mi pasado de editor— la difícil tarea en la que estaban.

(10) Reconoce abiertamente que el “recorte” fue deliberado y por motivos de vana venganza.


SIN TIEMPO PARA CONTESTAR SUS ARGUCIAS, FALTAS DE RESPETO Y MENTIRAS ME CONTESTA QUE ME INCLUYÓ. EN REALIDAD INCLUYÓ DE MALA GANA UN PEDAZO DE BIOGRAFÍA Y A CONTINUACIÓN SIN ESPACIO NI ENTER NI NADA UN POEMITA ENTRECORTADO. LA RESPUESTA QUE ME DIO FUE LA SIGUIENTE:

arrumado
lapsus
antimontesinesko!
fijate agora en el post

xtino


TENÍA QUE RESPONDER LA SECUENCIA DIARREICA ANTERIOR ENTONCES LE RESPONDO EN EL MISMO TIPO DE CAMPO DE BATALLA:

viejo yo no entro en esa onda boluda de "sí, salió todo bien, todo joia, todo perfecto" (1), no me va boludo, no nací para pintar ciudades de cartón. lo que opino lo digo, igual que vos, así que no me jodas con que no te gusta el post (2). a mí no me gusta que me inviten a algo y después me recorten (3). si me vas a incluir hacelo y si no te gusta o es muy largo... dejate de joder. le agregaste a todos y me cortaste a mí, no viejo, es una boludez. no es la primera vez que me hacés eso. además si no tenés mi libro es porque no lo editaste. hiciste 100 libritos en lugar de lo prometido (4). para mí la palabra todavía tiene valor, no sé si te darás por enterado. y no, no salió ninguna segunda edición porque no hay segunda edición y tampoco pude pagar la puta impresión de 200 ejemplares para llenar las tapas que mandé imprimir de mi bolsillo para ayudar a tu editorial. ah, y el post anti colmán Gutiérrez, como vos lo llamás, hoy salió en el correo semanal, por si no te enteraste. una última: en buenos aires yo ya publiqué en el 89, no jodamos cristino. ya que vamos a pasar facturas, entonces decime quién te dio espacio para que salgas a la superficie (5), dónde conociste a la gente que hoy editás (6), quién le pagó a esa gente para que te conociera, si vamos a sacar boludeces vamos a sacar boludeces en serio y todos nos vamos a volver pelotudísimos (7), la histerikeada por el post, es la boludez más grande que hay. yo estuve en el pseudo encuentro (8) viejo, no les pedí nada, les ayudé (9), no les cobré ni dos minutos de lectura ni nada, se están volviendo la pelotudez en mayúsculas

j

(1) Me refiero a que yo no entraría en alabar algo que fue un desastre como su encuentro Asunción Kapital Mundial de la Ficción.

(2) Se refiere al post sobre ese tema del encuentro fallido.

(3) Yo no pedí ser incluido en ninguna antología, no lo necesito, pero si me piden que participe, que preste mi buen nombre para darle seriedad, al menos quiero que se me respete.

(4) Ya lo dije, editó 100 libros de 300 prometidos. No tiene palabra.

(5) Cuando Hernán Jaeggi me presentó a Cristino Bogado, él ni siquiera firmaba los textos que escribía con su propio nombre. Y fue invitado aunque no tenía nada editado, por mérito de sus textos al encuentro Internacional Poetas en la Bahía ideado y producido por quien escribe estas líneas, sin pedirle nada a cambio.

(6) Muchos de los autores que hoy forman la “colección Jakembó” son escritores que Cristino Bogado conoció en Poetas en la Bahía 2000 y 2001, evento organizado por quien escribe.

(7) me refiero a que su respuesta incluye amenazas veladas y acusaciones tontas que no vienen al caso. A quien le interesa si nuestro personaje Kurupícho ayudó, trajo al Paraguay o invitó al escritor Tudela Sancho, eso es harina de otro costal y yo no tengo nada que ver.

(8) Asunción Kapital Mundial de la Ficción fue una ficción: jamás existió.

(9) Solidariamente, y ahora me obligan a sacarlo a la luz, conduje un automóvil sin frenos varias veces desde el centro al aeropuerto y viceversa sólo para colaborar porque los “organizadores” estaban muy cansados.


luego de este texto, al día siguiente me responde:

estas fuera
viejo
ahora (1)

hiciste una mala jugada
no pensaste tu segundo movimeinto
estas
fuera
por

la cursileria
actual

no hay humor en tus post
ademas es pura utopromocion
autoindulgente
ridícula (2)

ahhh
ultima hora
no es nada
no signifika nada
es la depresion de 2 ñatytos apenas
no pagan no les kalienta nada
es relleno
de stablishment
es
fodase! (3)

(1) Yo no estoy fuera, nunca estuve dentro de esta antología, fui invitado por obligación, porque no podían prescindir de mi presencia, porque era inevitable, pero no porque hayan querido incluirme.

(2) Cada quien hace el blog que puede, el de nuestro personaje Kurupícho es ilegible, todos coinciden en eso y en que su lenguaje es detestable, mezcla indigerible de caña, hojas de diario popular, cachaça, algunas hojas de diario crónica, tintura amarilla, restos de cartón y otras exquisiteces por el estilo.

(3) Ah, cuántas veces los he visto visitar las redacciones clamando por una fotito, unas líneas, y cuántas veces han posteado sus presencias en la prensa. Bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos será el reino de los cielos.


LE DIGO EL DÍA ANTERIOR QUE:

te fuiste de onda viejo, y si vos te despistás yo tb tengo derecho a decir unas cuantas cosas,
así de simple

j



ENTONCES HACE, ÉL, DESDE SU SITIO MARGINAL, SU DECLARACIÓN DE GUERRA, LA PENÚLTIMA BOLUDEZ, PORQUE SUPONGO QUE HABRÀ MÁS.

no intentes controlarme

yo siempre estoi aut
fuera
out vivo
asi ke

no calienta eso

un lapsus
lo komete cualkiera (1)

eso si cuando peleo lo hago a muerte

verbigratia
el pombero peninsular Tudela
kien lo trajo a asu
y ahora me desprecie
kien
pues
el fuera d eonda
kien sera
muito loko
para eso

asi montesino
a vos te puedo mandar al carajo si kiero sin korte
sin emocionalidad alguna
tranki

nomas

se ke todos estos
el ambiente sobre nosotros
alterados irascibles
pero
si chokamos hay ke chokas
sin lamentaciones

la cosa se decide en uns egundo
como en un juego

falo

xtino

PD: somos d es de hoy de bandos contrarios...de repente será para mejor. Guay las bombas sobre tierras guai!


(1) Lo que llama lapsus resulta que ya fue admitido como recorte deliberado hace ya rato en esta misma novela y por este mismo canal.

domingo, 24 de febrero de 2008

¿y a qué vienen las fechas mario?

mario arteca creo que llega hasta mi escritorio, hasta mi casilla de correo, hasta mi casa a través de carlos ríos y de josé kozer, como un desconocido, como un colado y deja sus palabras guardadas por ahí y cada tanto las leo y nunca lo he visto y nunca he visto un libro suyo, pero ahí está. Con sus poemas fechados año tras año hoy es 1967 y mañana 1963 y el miércoles quizá será el 74. guatambú y ¡salud!

fragmento de guatambú, libro tal vez aún inédito

El enfrentamiento de lo que es justo y justo.

1975
Una tragedia se puede resolver de una manera
shakesperiana, en la cual la justicia poética
flota sobre una tribuna llena de cadáveres.
En la conclusión de una tragedia de Chejov, todos están
melancólicos, desilusionados, destrozados, con el corazón
roto, pero vivos. Jean Claude Carriere: el gran drama ocurre
entre dos fuerzas igualmente importantes y poderosas.
Si el poder está nada más de un lado, no existe drama.
El escritor como el detector de humo del lenguaje.
Recordar: la fábula de Kierkegäard sobre un actor
que gritó “fuego” en el escenario y todo el público
aplaudió y exclamó “bravo”. Eso ocurre algunas veces,
y sin embargo, cuando el lenguaje se posiciona
la urgencia y el deber de gritar, se unen para siempre.

el brasiguayo o portunhol selvagem en el prólogo a “mar paraguayo” de wilson bueno

el prólogo a la novela mar paraguayo del escritor paranaense wilson bueno, néstor perlongher desarrolla bajo el sugestivo título de sopa paraguaya, una serie de apreciaciones sobre la lengua que está siendo inventada a medida que el texto avanza. estas apreciaciones son de gran utilidad en este momento en que, 15 años después se inicia un nuevo debate de los tantos que cíclicamente se producen, acerca del fenómeno
he aquí la transcripción del mencionado prólogo. de nada


SOPA PARAGUAIA

Por Néstor Perlongher


A publicação de Mar Paraguayo, de Wilson Bueno, coloca-nos diante de um acontecimento. Os acontecimentos costuman chegar em silencio, quase imperceptíveis, somente os mais avisados os detectam. Mas, uma vez que se instalam, que tomam lugar, é como se esse lugar lhes tivesse sido destinado desde sempre. Tudo parece igual, porém, de uma maneira sutil, tudo se modificou. O acontecimento provocou uma alteração nos hábitos rotineiros, acaso nos ritmos cósmicos; uma perturbação que tem um não sei que de irreversível, de definitivo.
Neste caso o acontecimento passa pela invenção de uma língua. A imitação e a invenção representam, diria Gabriel Tarde, grandes paixões (práticas) dos homens. Será que foi realmente Wilson Bueno quem “inventou” o portunhol (um portunhol malhado de guarani, que realiza por debaixo, na medula palpitante da língua, aquilo que o poeta argentino —ou, melhor, correntino— Francisco Madariaga invocava do alto de um úmido surrealismo luxurioso: gaúcho-beduíno-afro-hispano-guaraní); ou, do seu altazor artístico, ele o pegou, o foi tomando de um ou outro trecho de conversa, banal, boba, com a cuia na mão e a “china” (ou a gringa...) passando o chimarrão, em cadeirinhas de palha, no quintal atrás da cozinha. Ele o foi pegando em português e em espanhol (onde tem o sentido de “colar”), foi deixando que entrasse por um ouvido sem que pudesse sair pelo outro. Embora pareça surpreendente, Wilson Bueno tem algo de Manuel Puig (porque a sua escritura se baseia na conversa, ela joga conversa fora), e também algo de cronista, pois recolhe um modo de falar bastante difundido: praticamente todos os hispano-americanos residentes no Brasil usam os inconstantes, precários, volúveis achados da mistura de línguas para se expressar.
Essa mistura tão imbricada não se estrutura como um código predeterminado de significação: quase diríamos que ela não mantém fidelidade exceto a seu próprio capricho, desvio ou erro.
O efeito do portunhol é imediatamente poético. Há entre as duas línguas um vacilo. Uma tensão, uma oscilação permanente: uma é ou “erro” da outra, seu devir possível, incerto e improvável. Um singular fascínio advém desse entrecruzamento de “desvios” (como diria um lingüista preso à lei). Não há lei: há uma gramática mas é uma gramática sem lei; há uma certa ortografia, mas é uma ortografia errática: chuva e lluvia (grafadas de ambas as maneiras) podem coexistir no mesmo parágrafo, só para mencionar um dos incontáveis exemplos.
Mescla aberrante, Mar paraguayo tem algo de sopa paraguaia. Tal prato não bóia, como poderia-se supor, na água do caldo: é uma espécie sui generis de omelete ou empanada. As ondas desse Mar são titubeantes: não se sabe para onde vão, carecem de porto ou roteiro, tudo bóia, como numa suspensão barroca, entre a prosa e a poesia, entre o devir animal e o devir mulher.
Em toda a extensão do frondoso Mar paraguayo —associável a um poema épico-escolar: “incomensurável, aberto e misterioso a seus pés”, do romântico rio-platense Esteban Echeverría— a poesia nos espia, pula sobre nosso colo como um cachorrinho —o microscópico Brinks— ora brincalhão, ora feroz. Poesia do acaso: ela sai, criticariam adustos escribas, como que casualmente, não há determinação na indeterminação.. cabe lembrar, por exemplo, que em espanhol sin, ao invés de “sim”, quer dizer “sem”, com o qual se retira da afirmação a sua existência. Algo infinitamente cômico espreita do mesmo modo, na substituição de son (são) por san (santo).
A comicidade desenfreada, não provocada, mas filha “natural” do próprio amálgama lingual, é, ainda, outra marca deste inquietante texto. Experiência de vanguarda, cabe compara-lo, talvez, ao Catatau de Paulo Leminski (significativamente, também paranaense) e, mais além, mais ousadamente, a Larva de Julián Rios: todos eles brincam com a língua, inventando ou reinventando-a. Mas se em Catatau há um fundo de alta cultura, que, a despeito dos desmoronamentos, destruições e reconstruções, impregna o subtexto, no livro de Bueno esse fundo é cômico (um riso patético, desgarrado), é a tragicomédia das misérias cotidianas encarnada nos deslizes dos idiomas, um que de telenovela trágica que caba mal ou não acaba... Claro que tudo dotado de maior densidade, espessa: pode até soar divertido, mas não se trata de nenhum divertimento.
O mérito de Mar Paraguayo reside exatamente nesse trabalho microscópico, molecular, nesse ente-línguas (ou entre-ríos) a cavalo, nessa interminaçao que passa a funcionar como uma espécie de língua menor (diriam Deleuze e Guatari), que mina a impostada majestosidade das línguas maiores, com relação às quais ela vaga, como que sem querer, sem sistema, completamente intempestiva e surpreendente, como a boa poesia, a que não se quer previsível. E como o kilométrico caochorrinho da marafona guaratubense, que estica num kilométrico diminutivo (tomado, flor da terra, do guarani, cuja salpicada irrupção intensifica a temperatura poética do relato) a microscopia da sua grandeza, nos arrasta e seduz com o movimento da sua cauda bifurcada, como se fosse uma sereia fingindo ser manati, um manati fingindo ser sereia, e no fargulhar de escamas nos afogássemos, no êxtase iridescente deste mar vasto e profundo.
Por último, como ler Mar Paraguayo? Aqueles que tem obsessão pelo argumento (que existe, mas é tão indeciso e emaranhado quanto a matéria porosa que o compõe) e deixam de lado o elemento poético das evoluções e mutações da língua, perdarão o melhor, como esses leitores de romances melosos (mal) traduzidos que se contentam com o resumo mastigado. Mar paraguayo não é um romance para se contar por telefone.

São Paulo, setembro de 1992


Néstor Perlongher (datos biográficos)
nació en Avellaneda, Buenos Aires, la noche de Navidad de 1949. En 1982, terminada su licenciatura en sociología, se fue a vivir a San Pablo, donde ingresó en la Maestría de Antropología Social, en la Universidad de Campinas, de la que en 1985 fue nombrado profesor.
Su obra poética publicada comprende seis libros: Austria-Hungría (Buenos Aires, Tierra Baldía, 1980), Alambres (Buenos Aires, Último Reino, 1987; Premio "Boris Vian" de Literatura Argentina), Hule (Buenos Aires, Último Reino, 1989), Parque Lezama (Buenos Aires, Sudamericana, 1990), Aguas aéreas (Buenos Aires, Último Reino, 1990) y El cuento de las iluminaciones (Caracas, Pequeña Venecia, 1992). Colaboró asiduamente en las revistas El Porteño, Alfonsina, Último Reino y Diario de Poesía. Preparó la antología Caribe transplantino. Poesía neobarroca cubana y rioplatense (San Pablo, Iluminuras, 1991), y publicó numerosos textos en prosa, entre los que se destacan El fantasma del SIDA (Buenos Aires, Puntosur, 1988) y La prostitución masculina (Buenos Aires, La Urraca, 1993).
Néstor Perlongher fue un escritor insaciable. Creó un estilo propio que apodó "neobarroso", en el que reunía contradictoriamente los bucles barrocos y el barro del Plata: es decir, él mismo... la figura de Néstor Perlongher se fue agigantando de un modo tal que a esta altura aparece como una de las voces más necesarias de la última poesía argentina. Néstor Perlongher murió de SIDA en San Pablo, el 26 de noviembre de 1992.

de cómo un inocente dibujo te puede cambiar el sabor de la sopa


así de simple. se publicó el pasado domingo --disculpen pero vengo atrasado con los comentarios-- en el abc cultural. el pobrecito suplemento tiene apenas cuatro flaquísimas páginas y encima lo enflaquecen más las decisiones editoriales (¿o se trata de simple ignorancia?). sucede que rubén bareiro saguier escribió un rotundo libelo contra el ya finado mario halley mora. el texto en cuestión no nombra a halley mora más que en el título. en el cuerpo de texto, durante todo el trayecto de la historia, el autor ovetense es identificado como el pyragué ruvichá. halley mora, como todos sabemos fue un colaborador conciente de la dictadura de alfredo stroessner y como tal entreguista y alcahuete (en el texto también aparece denostado el también finado roque vallejos, pero como un pyrague menor), de esa forma es presentado por bareiro saguier, quien relata cómo le afectó en lo personal la existencia de halley mora y sobre todo la acción que ejerció desde las filas de la dictadura. pero bareiro saguier no se queda en eso, también apunta sus cañones a la necesaria relación de la ética con la estética en los textos de valía. descalifica, por tanto, la obra de halley mora (¿cuándo se animarán a retirar esos mamotretos escritos por mhm de los planes de estudio?).
pero al fin el texto, que fue titulado mario halley mora anduvo por ahí, se editó con una ilustración en la que aparece el rostro del autor denostado, dibujado por una pluma de trazos amables que lo muestran sonriendo como un buen abuelo. la ilustración contradice la intención del autor del artículo. el ataque textual termina siendo, por imperio de la imagen, un artículo de difusión del autor atacado.
¿puede tratarse de un simple error? ¿hubo intención editorial de retocar lo dicho por bareiro saguier a través de la imagen? imaginen el mismo artículo con una fotografía de halley mora en su oficina de director del diario patria con la foto de stroessner al fondo. la lectura hubiese sido rotundamente diferente y el gusto de la sopa, otro.

jueves, 21 de febrero de 2008

qué cosas me trae esta danza aérea

cuando simplemente me detengo absorto. cuando atravieso un estudio de televisión, saludo a siete personas, cruzo atolondradamente, llego a la vereda y pasmado sólo atino a ser un centro de atención que mira a otro centro de atención. la maravilla de las golondrinas, el ataque y contraataque de sus vuelos a la misma altura o en diferentes niveles en dos tres o cuatro bandadas, en dos, tres o cuatro direcciones diferentes. Quedarse ahí viéndolas ir y venir. viendo cómo se acrecienta su número. qué sentirán lanzadas en el aire a setenta kilómetros por ahora, los picos señalando el rumbo y la vista fija en los pechos de las que vienen en dirección contraria y no se mueven del mismo túnel de aire, no salen del camino hasta que obligan o tuercen. qué sentirán en ese final con caída libre parecido a la estela de una batuta que luego de recorrer las alturas cae entre las sombras de la ropa del director de orquesta repentinamente. qué sentirán en esa caída que en tirabuzón hacen para ganarse un lugar a la hora del descanso. hay que estar ahí para verlas caer sobre las copas gigantescas de los mangos. hay que estar ahí.

en secreto los síntomas


la voz comenzó a distorsionarse desde el momento en que el discurso se hizo inevitablemente contundente, entró en una cámara de ecos, en una casa vacía, recién pintada, se volvió de cartón, quebradiza y, en su debilidad, amenazante y constructora, levantó una torre de miedos largos y se puso a contar : distorsión : ecos : sitios en construcción : vacíos terrenales : gritos silenciosos, puro gesto en el espacio de una ventana : amenazas huecas : cuerpos que se vuelven polvo : trizas : los síntomas vienen y te hablan al oído, así de simple : la destrucción del vidrio te deja sin el también contundente valor del hueco del vaso

lunes, 18 de febrero de 2008

julio carrasco : coincidencias


hace un buen tiempo que no tengo comunicación con julio carrasco (santiago de chile, 1969). de él me ha quedado, además de su amena charla y los intercambios, un libro que, por coincidencia fue presentado el 29 de febrero de 1996, el mismo día que yo presentaba mi malúrinvé. Yo no sabía de su evento, pero él, al enterarse de mi lanzamiento y de la celebración de los primeros cuatro años de editorial el augur, fiesta que se llevaba a cabo en el centro cultural de españa juan de Salazar, llegó a saludar. allí nos conocimos y allí conversamos por primera vez. han pasado doce años de aquel día y sus poemas se mantienen tan frescos como el mar que alberga a sus tiburones (en la foto cuando vino a saludar aquel 29 de febrero de 1996 en el juan de salazar de asunción):


el tiburón dialéctico

Había una vez un tiburón que era muy
dialéctico y que por esa razón era
tenido en menos por las tiburonas
que al escuchar sus proposiciones de
amor decían:
No, eres demasiado dialéctico.
No hallando qué hacer con su dialéctica
este tiburón decidió un buen día
comerse a sí mismo,
pues tenía un apetito voraz.
Así que afiló sus dientes y se mordió
un ojo, pero un pez pega que pasaba
por ahí le dijo:
Si te comes a ti mismo la
dialéctica acabará consumiéndote.

domingo, 17 de febrero de 2008

los pies sobre la tierra floja: la historia, las opiniones y una breve muestra



debo ser sincero, no recuerdo exactamente cómo comenzó la escritura de este pequeño libro, de alguna manera está atado a su antecesor, la espuma o el recurso de lo efímero porque en la parte central hay una serie de textos escritos en prosa que tienen una imagen base y una especie de "explicación" de la imagen, lo cual los vuelve "parientes" de los textos en prosa que aparecen en la sección los fantasmas de la espuma, segunda parte del libro ya citado. pero no logro recordar, no tengo certezas de cómo se inició ni cómo se cerró este libro que fue presentado en asunción, en mi natal concepción del uruguay y en concordia. les mentiría si les cuento una historia. pero es evidente que es el más autobiográfico de todos mis libros. sobre todo en la segunda y tercera parte.


LOS COMENTARIOS


UN RECORRIDO QUE RESCATA
ESE OTRO MUNDO QUE ES LA INFANCIA

por Andrea Marcó

Los pies sobre la tierra floja nos propone un reencuentro.
Este libro puede ser leído tal como nos plantea su autor, como un álbum lleno de imágenes de un “otro mundo”, perdido en los laberintos donde la memoria y los recuerdos se desdibujan.
Por eso creo encontrar un tono entre nostálgico y emotivo en este reencuentro. Esos recuerdos se van reencontrando y redibujando en potentes imágenes que, como el hilo de Ariadna, nos guían en este laberinto donde las emociones despiertan a ese otro mundo, el lugar del pasado, de la infancia.
Podemos leer entonces el recorrido del camino desde y hacia las raíces, de la identidad, en una serie de estampas, impresiones, llenas de colores, olores, sabores…
En el Pre-texto el mismo autor hace una síntesis del origen de este libro, y hace referencia a tres aspectos que son una clave para su lectura: la sensorialidad de las emociones, los hechos minúsculos, y la palabra que los hace presentes, que los rescata y con la que los comparte.

Cada una de las tres partes de este libro mantiene este hilo conductor.

Cada una de las partes del libro puede ser leída como una etapa en este reencuentro con el pasado y con la identidad.

Los textos brevísimos de la primera parte retoman el título del libro, la tierra floja, metáfora sobre la ausencia de huellas, y el amor como motivación para el inicio de este camino. El amor aparece como una experiencia de luz, de aire, de fuego, de agua, inasible y sin embargo pleno. En algún momento es una experiencia cercana a la muerte, si pudiéramos recordarla. Hay en estos poemas un estado de quietud plena, un primer acercamiento a ese otro mundo, donde las huellas que no están son el primer motivo de la búsqueda, y son, justamente por eso, imborrables.

La segunda parte, la parte central de este libro, compuesta por veinticuatro textos, que son veinticuatro imágenes que van recobrando a partir de las emociones y los sentidos, a partir de lo diminuto, de las pequeñas cosas y hechos cotidianos, van recobrando, decía, los recuerdos de una infancia guardada en la memoria, y rescatan de ese otro mundo una identidad propia.

Aquí el tiempo aparece detenido, se desdibuja, se diluye, deja de existir. Los lugares que se recorren son los que han dejado su huella, el campo, el río, la escuela, el puerto. Y aunque no los nombra, nosotros, sus lectores de aquí, encontramos fácilmente la referencia de cada lugar, y reconocemos las propias experiencias en las experiencias retratadas. Porque ese otro mundo y ese otro tiempo se transforma en un espacio-tiempo mítico en el que podemos sentir que ese recuerdo es compartido.

La palabra se hace insuficiente, plantea el desafío de expresar, y por eso, deliberadamente, aparece forzada, vulnerada, exigida para darle forma y cuerpo a aquella emoción recobrada.

En la tercera parte, Un minuto con padre, con textos más extensos, más densos, el trabajo sigue siendo con los recuerdos. Son textos que plantean a partir del sueño, la magia onírica del reencuentro. Aquí los límites se desvanecen, aprisionan y liberan, luchan, se enfrentan y se recobran. El tiempo se anula. El carácter onírico del texto le permite plantear un juego que muestra y a la vez oculta, que despierta la inquietud, el no estarse quieto, y a la vez la inmovilidad.

De modo que el recorrido efectuado, desde la quietud elemental del principio, a esta otra quietud, más cargada de densidades y texturas, es un camino desde un estado contemplativo, donde la imagen despierta el recuerdo, la emoción y los sentidos, a un estado de movimiento interior, donde es la propia emoción, en estado puro, la que invoca el recuerdo, busca la imagen y la conjura.

Terminamos de leer Los pies sobre la tierra floja, y nos encontramos que nosotros hemos recorrido ese mismo camino, que hemos recobrado imágenes del pasado, que ya dejaron de ser las de Jorge Montesino, del puerto del Concepción del Uruguay, de la Escuela 4, de la casa de sus abuelos, para transfigurarse y tomar la forma y el cuerpo de nuestra propia infancia, y este proceso nos identifica y a la vez nos diferencia, nacido de la palabra, de la imagen del “suabe buelo”, es tal vez el acercamiento más auténtico al que podemos aspirar cuando leemos poesía.


Concepción del Uruguay, diciembre de 2001
Este texto fue leído por su autora en la presentación del libro “Los pies sobre la tierra floja” realizada el 13 de diciembre de 2001 en la sede de la U.N.E.R. (Universidad Nacional de Entre Ríos)de Concepción del Uruguay, Entre Ríos, Argentina.


UNA AVENTURA DE LA IMAGEN

por Douglas Diegues

Muchos podrán estar en desacuerdo, y es bueno que estén en desacuerdo, porque eso producirá un enriquecedor choque de ideas, producirá que nuevas ideas nazcan, que no se momifiquen. Algunos podrán hasta retirarse deslizándose discretamente entre las mesas del Café (aunque sería bueno que se quedasen), pero no podrán negar que Jorge Montesino es hoy uno de los poetas más inventivos y fecundos en actividad en el Paraguay. Así como fue, en su momento, el brasiguayo Livio Abramo, uno de los artistas plásticos más estimulantes e importantes del Paraguay durante varias décadas. Entonces nadie parecía creer tanto en el arte como Livio Abramo. Livio decía, hacía, organizaba, enseñaba, escribía los catálogos de las muestras, estimulaba, enriquecía, iluminaba el país con su energía, participaba y compartía el rocío de sus descubrimientos con los más jóvenes. No mezquinaba el rocío.
Hoy, nadie parece creer tanto en la poesía como Jorge Montesino. En doce años de Asunción, entregó al país cuatro libros de rara calidad poética, tiene algunos curiosos inéditos en la gaveta y es el idealizador/organizador del espléndido Encuentro Internacional “Poetas en la Bahía en Asunción. El mismo que el año pasado consiguió reunir más de ochenta poetas que celebraron el fuego de la palabra en el ombligo del país.
Montesino es más que un hombre de letras común, conforme con su tiempo, acomodado en su gabinete. Él duerme y se levanta con la poesía. Nunca vi un poeta que viviese tanto para la poesía. Desayuna poesía. Atraviesa la mañana con la poesía. Se alimenta de la poesía que hay en la crema. Almuerza poesía. Cena poesía. Corre todos los riesgos para vivir la poesía de su tiempo.
Una de las cosas que también admiro en Montesino es que para él la poesía no es un oficio, una profesión, es más que eso. Es algo más sagrado que una profesión. Algo como el aire. Algo vital. Algo necesario para la salud del cuerpo y del espíritu. Algo orgánico, vivo, como bosta de elefante. En el ámbito del Paraguay contemporáneo, Jorge Montesino, juntamente con Sonia Tiranti, Cristino Bogado y Montserrat Álvarez entre otros, pertenece a un fenómeno raro de una cierta novísima literatura paraguaya que, con un fuego nuevo, chamanístico, erótico, experimental, indignado, lúcido, tierno y feroz, viene incendiando la placidez del paisaje, la comodidad neocolonizada y el conformismo literario de un país que, según declaró Augusto Roa Bastos a un periodista mexicano recientemente no existe más… En realidad no estoy seguro de que el Brasil todavía exista, ni siquiera de que el mundo aún siga existiendo… Pero creo firmemente que la poesía de Jorge Montesino sí existe, y que el nacimiento de esa poesía se dio en el Paraguay, o mejor, en la capital del Paraguay, en el centro neuroparanoico mismo del país.
En Asunción, Montesino recibió incluso dos importantes premios por su primer libro Rojo de Vapor y otros poemas, una perturbadora maquina rara de “canjear ruidos por incertidumbres”. El libro fue presentado por el crítico literario Jorge Aiguadé y Miguel Ángel Fernández, dos de los pocos en constatar la salud de Rojo de Vapor y su importancia para la literatura paraguaya de “ninguna parte”, que ciertamente nunca será la literatura oficial del país, que existe y no existe al mismo tiempo…
Después Montesino edita una de las mejores revistas de poesía hechas en Paraguay. Me refiero a la experiencia de los trece números de El Augur, una revista que me llamó la atención tanto por su calidad gráfica como por la calidad de los textos que Montesino publicaba. En esa revista podíamos leer textos de Jorge Canese, Olga Zamboni, Miguel Chase-Sardi, Edgardo Cordeu, Lilian Sosa, Félix Álvarez, Arturo Fleitas, Mara Vacchetta Boggino, Olga Orozco, Susana Villalba, Jesús Ruiz Nestosa, Marcelo Leites, Néstor Perlongher, Rafael Courtoisie, Wilson Bueno, Hernán Jaeggi, Beatriz Escalante, Sonia Tiranti, Douglas K. Currier y muchos autores interesantes entre los que recuerdo especialmente un bello ensayo de Luis Felipe Noé sobre James Joyce. Recuerdo que al descubrir El Augur quedé feliz con la sorpresa de una banda de jóvenes escritores que hacían una literatura con esperma, o sea de muy buena calidad, sobre todo porque de este lado de la frontera prácticamente nadie los conocía. Un día fui convidado a visitar Asunción y telefoneé a Jorge Montesino. Marcamos un encuentro. Montesino me atendió muy amablemente pues es una persona muy simpática. En esa época se estaba recuperando de un accidente automovilístico. Después comimos juntos y él me obsequió Rojo de Vapor y quedamos amigos.
Años después, en otra visita que hice al poeta Jorge Montesino, me presentó Malúrinvé, su segundo libro, y más tarde, en otra oportunidad, La Espuma o el Recurso de lo Efímero. Debo decir que en todos los viajes que hice, las veces que me encontraba con él, regresaba más rico a casa, porque lo que Montesino generosamente me obsequiaba no eran sólo libros. Tenían forma de libro. Pero no eran sólo libros. Eran el fuego mismo de la poesía, el fuego de la palabra, era eso lo que Montesino me transmitía y es eso lo que ahora siento que me entrega con Los Pies sobre la Tierra Floja. Un fuego verbal generoso, un nuevo libro de poemas, una “aventura de la imagen”. Cómo él dice, “no-álbum de figuritas”. Una aventura de la imagen, una aventura del ojo, porque no existe ojo sin imagen ni imagen sin ojo. Una aventura de la memoria del ojo, porque el ojo no sólo sueña lo que está viviendo, el ojo es memoria y ojo y memoria son inconcebibles el uno sin la otra, así como son inconcebibles la noche sin el día o el agua sin la tierra.
Con su ojo chamánico Montesino pasea entre las cosas insignificantes, diminutas, y escribe un libro que parece haber sido escrito con el ojo, un ojo lúcido, que no vendió su alma ni sus utopías. Un ojo que escribe con imágenes, un ojo que piensa, que respira, que delira, “aquí están los hechos minúsculos, aquello de la vida a lo que, generalmente, no le prestamos mayor atención”, nos dice el ojo, y resuelve su poema, porque un poeta, como dice Ungaretti, resuelve su problema proponiéndonos una poética.
Y es esto lo que nos propone Jorge Montesino con esos textos “dedicados a lo diminuto”. Una poética suya de lo diminuto, de lo precario, de lo inacabado, de los pies sobre la tierra floja. Una poesía de la precariedad de la condición humana, de la precariedad de las máscaras, porque “apoyar así los pies sobre la tierra floja / (de un animal informe el lomo) / es un hecho mínimo / en la historia del hombre / un hecho más o menos de esta altura”.
Somos los humanos absolutamente insignificantes, pero algunas veces nos olvidamos de eso. Olvidamos nuestro origen de tierra, de barro, de agua, de arena. Nuestro origen de polvo y sueño. Olvidamos que fuimos cosas más insignificantes todavía. Olvidamos nuestro parentesco con las ranas, con los insectos que las ranas comen, con las liendres, porque todo es precario en este mundo de cosas insignificantes, porque todo es insignificante en este mundo circular en el que nacemos, envejecemos, enfermamos y al fin morimos. Porque casi siempre olvidamos nuestro origen de tierra floja y de aire. Eso nos enseña la sabiduría del fuego de Los Pies sobre la Tierra Floja, un libro que en realidad son tres en uno, cada uno de ellos perfectamente identificados en las tres partes unidas pero separadas: el primero, Los pies sobre la tierra floja; el segundo, Mucho más suabe, mucho más buelo; y el tercero, Un minuto con padre.
No he hablado aún sobre las formas que Montesino inventa para plasmar su poema en la página, ni del modo como el poeta valoriza el papel que usa para escribir… Eso tiene que ver con su espléndida energía que no alcanza a acomodarse en formas neocolonizadas, definidas, consagradas. Está buscando siempre lo indefinido de la forma, fenómeno que podemos apreciar con claridad en la segunda parte: Mucho más suabe, mucho más buelo. Esa búsqueda de formas imprevistas, desconocidas tal como experimenta en la segunda parte es harto saludable para la poesía contemporánea del Paraguay y del mundo entero. Las formas que Montesino testea (porque él está siempre experimentando y descubriendo nuevas formas), revelan un inconformismo esencial, una manera de dar lo mejor de sí a la poesía.
Juan L. Ortiz, uno de los mayores poetas de la Argentina contemporánea, decía que a la poesía no se le puede pedir nada, sólo se le puede dar, y dar, siempre, lo mejor de sí mismo. Eso es lo que Montesino viene haciendo desde hace doce años en Paraguay, en una entrega permanente de lo mejor de sí mismo a la poesía, no solamente los fines de semana o los feriados, sino todos los días, todas las horas, todos los minutos de su vida. En un país donde la mayoría de las personas está siempre preocupada con sus narices, sus problemas, con su bolso, la presencia de Montesino es más que necesaria.
Debo decir que Montesino, además de fenómeno raro en el ámbito de la literatura paraguaya de este comienzo de milenio, es uno de los maestros de su generación, por el estímulo constante a los más jóvenes, por el permanente rechazo a la neocolonización poética y por su fuego verbal indígena-argentino-paraguayo, que puede incendiar un paisaje.
No hablé de muchas otras cosas, y no voy a hablar porque no quiero traicionar la poesía de Jorge Montesino con explicaciones y análisis literarios, porque explicar un poema, algunas veces es como traicionarlo. Si los poemas tuvieran que explicarse, tal vez no se necesitaría escribirlos. No se puede explicar un poema, apenas se puede leerlo. Todas las explicaciones son nada más que formas de lectura y yo prefiero dejar que la “tierra floja” de la que están hechos los poemas de este libro y el fuego de la palabra de Jorge Montesino ilumine un poco nuestra precaria condición humana.

Campo Grande, agosto de 2001
Este texto fue leído por su autor el 5 de septiembre de 2001 en la presentación del libro Los Pies sobre la Tierra Floja, en el Café Literario de Asunción y luego publicado en el Suplemento Cultural del diario ABC Color, el domingo 25 de noviembre de 2001



LA MUESTRA


EL MANTO DEL FUEGO

Se forma un lago inmenso.
No sabría decir si la piel o el agua
o el temblor o el miedo,
pero estarse quietos
es mucho más que amar,
y la noche
y la lluvia
se abrazan y se sueltan cada tanto.

Y ese manto gris
que arropa las brasas,
blandura del fuego,
es como el quieto abrazo que deseas
cuando el fuego llama
sus llamas a silencio,
y la noche
y la lluvia
se abrazan y se sueltan cada tanto.


LOS PIES SOBRE LA TIERRA FLOJA

Apoyar así los pies
sobre la tierra floja
(de un animal informe el lomo)
es un hecho mínimo
en la historia de un hombre
un hecho más o menos
de esta altura.

Los dioses
caminan sobre las aguas

inventan

la historia del hombre

y no dejan huellas


sobre la tierra floja.



SÉ QUE DEBERÍA ESTAR MUERTO

Los puños y los pies hundidos en la tierna
madera de los muebles

perros hambrientos tras el vellocino de oro
y entre las manos

sobre el perfecto amor

las olas de tus ojos
dicen que estuve muerto
y que tu amor de mar me vuelve.


LA VIDA EN MÍ ES UN SOPLO

no hay tanta vida en mí como imaginas,
lanza los más pálidos
gritos del aire
la vida en mí es apenas un soplo
(lo sabes)
y acaba de perderse
en el aire

viernes, 15 de febrero de 2008

el viernes pasado salimos en úh


tal cual lo confirma la foto de la página del diario última hora, el viernes pasado rosalía ciciolli dedicó una nota completa a los escritores paraguayos en internet. en esa nota apareció este blog como uno de los sitios más activos de la literatura paraguaya. de hecho hay pocos escritores en internet con contenidos propios, sobran los dedos de las manos para contarlos. lo más triste de todo esto, y de eso no se habló en la nota, es que detrás de la falta de presencias con firma de los escritores paraguayos en la red, se esconde también un casi completo desinterés por lo que construye el otro. gracias rosalía.

jueves, 14 de febrero de 2008

la estupidez reina en todo el mundo

very good, dicen que dijo la reina al salir del baño envuelta en una toalla verde, cuando uno de sus edecanes, quizás el que la empolva, o el que la seca o tal vez el que le quita las cutículas de los dedos de los pies, le transmitió que la empresa administradora del metro en londres se negó a colocar en los espacios publicitarios de las estaciones el afiche que publicita la muestra del artista renacentista alemán Lucas Cranach (1472-1553). el argumento de la prohibición lo dieron las autoridades de la empresa diciendo que "el póster viola la regla según la que no se pueden representar hombres, mujeres o niños de manera sexual". dicen que dijeron que "podría molestar a los pasajeros". el afiche estaba basado en la imagen de la venus que ilustra estas líneas. ¿resta decir algo más? ¡sí! la reina, me olvidaba, dijo, después de arreglarse el elástico de los calzones, nuevamente, very good, very good.

no se puede creer : el colón cerrado hasta el 2010


no, no puedo quedarme callado. esto también es literatura. cuántas historias se inician en este mismo momento con los absurdos anuncios hechos por macri en buenos aires, anuncios devastadores para la cultura y para los trabajadores del arte. los acabo de leer en los "diarios on line". macri y sus secuaces han decidido posponer por dos años la reapertura del teatro colón de buenos aires que iba ser en este 2008, ahora recién sucederá en el 2010, dicen, porque uno, con gente como ésta nunca sabe. dicen que recibieron una pesada herencia. dicen que se trata de una desfinanciación. dicen que van a replantear el tema del personal o sea los empleados. todo esto quiere decir lisa y llanamente que argentina no tendrá a su máximo coliseo en actividad, que van despedir gente y que a nadie se le ocurrió si a los vecinos de buenos aires les interesa o no financiar las restauraciones. ¿por qué macri no le pregunta a la gente?

miércoles, 13 de febrero de 2008

douglas diegues : los textos iniciales


más allá del lenguaje en el que hoy escribe y con el que cree estar siendo fiel a sus ideales más libertarios, mi amigo douglas diegues (río de janeiro, 1964) supo descargar con gracia y mucha delicadeza textos inspirados en las lecturas sobre nuestras culturas originarias, sobre todo en el ayvu rapyta, obra de león cadogan y de sus encuentros con el investigador antropológico guillermo mito sequera, en cuyos archivos musicales alguna metimos las narices y que posteriormente diera como resultado una publicación con cd incluido sobre la música indígena. Douglas supo cultivar una forma similar al kotyú mbyá y también breves textos de poesía en prosa como el que publico aquí (en la foto ambos estamos en la triple frontera y aunque no se aprecie bien desde ese ángulo se observan los tres hitos (paraguay-brasil-argentina):

Violino mbyá

Os índios tocam violinos de uma ou duas ou três cordas no meu sangue. Violino mbyá. O som desse violino me deixa acordado e alegre. Uma sabedoria de rio mora nesse violino. Ou uma sabedoria de amor. Depois escrevo. O som do violino vivifica meu coração como a neblina que começa a subir da terra no final da primavera. As palavras sem alma não conseguem caminhar como pássaro.

Original de Douglas Diegues

Violín mbyá

Los indios pulsan violines de una, de dos, o de tres cuerdas en mi sangre. Violín mbyá. El aullido de ese violín me deja despierto y alegre. Una sabiduría de río vive en ese violín. O una sabiduría de amor… Después escribo. El sonido del violín levanta mi corazón como la neblina que comienza a subir de la tierra hacia el final de la primavera. Las palabras no consiguen caminar como pájaro.

Traducción de Jorge Montesino

martes, 12 de febrero de 2008

historia universal de la infancia

algún secreto habrán dejado caer (capítulo 21)

es la hermana del niño sin edad y vuelven a la casa sin recordar de dónde: sí recuerdan que cambiaron revistas usadas por otras revistas usadas, las eligieron minuciosamente:

un nocturno por otro nocturno,

una fantasía por otra fantasía,

un bésame por otro bésame,

un intervalo por otro intervalo

se cruzan, de frente con el desgarbado, con sus firmes, estentóreos y amarillos pasos, la figura en acción del loco barrios, justo antes de alcanzar la esquina

el humo de la colilla, los labios quemados: el padre del niño sin edad se ha detenido algunas veces a convidarle un cigarrillo

camina desde el amanecer hasta la noche y luego se sienta en una piedra en la vereda de su casa, frente al surtidor público, a veces, a esa hora aún hay carros aguateros rezagados, con sus tanques de doscientos litros, con sus caballitos cansados, con sus perros y sus baldes de lata

su cara huesuda no se inmuta, es apenas un olvido entre el acto de juntar colillas y el acto de caminar a toda velocidad dando la vuelta tres mil diecisiete a la ciudad

para qué detenerse

la tierra acaso se detiene

sólo la noche deja en suspenso aquello que gira desesperadamente

ella se hace la muerta en plena calle, es la loca barrios, fabulosa coincidencia de apellidos. viene siempre de las casillas, siempre está viniendo y acostándose, atravesada, en medio de la calle interrumpiendo el tránsito de los camiones

es morena, flaca, joven, su pelo lacio está como tiene que estar: sucio y opaco — la madre del niño sin edad jamás le ha dado nada: ni comida, ni vestidos, ni cigarrillos: ella también fuma mucho

los dos parecen saber el secreto de las cosas que se mueven:

hay que detenerlos

algún secreto habrá dejado en la cerca vegetal del vivero

busca con los ojos, escucha atentamente, huele el aire, lo aspira, lo muerde, avanza hacia el borde de la calle de broza y se llena las manos con aquella tierra amarillenta

el niño mira pasar a los locos, los mira desde la puerta de su casa: primero es el amanecer, después es el sol, alzándose con furia a las once de la mañana:

algún secreto habrán dejado caer y andará por ahí

el niño sin edad lo intenta

quizás pueda encontrarlo y comienza a caminar alrededor de la casa

de cómo andrés colmán gutiérrez pretendió ser dueño de carro ajeno


El 8 de diciembre pasado se realizaba la última jornada del encuentro denominado Asunción Kapital Mundial de la Ficción; evento con público cero, debido a las múltiples fallas de TODOS sus organizadores, pero con mucha “prensa”, o sea una columna en Folha de Sao Paulo, un recuadrito en la Revista Ñ de Buenos Aires y publicaciones en los diarios y demás medios locales. Los protagonistas, decidían darle despegue a lo que se denominó PORTUNHOL SELVAGEM: un lenguaje que mezcla el español, el portugués y el guaraní, alterando sus ortografías y utilizando caóticamente sus términos al más puro estilo diario popular, tomando términos del lenguaje vulgar de la más baja calaña. Debo decir que aprecio las intenciones de mis amigos Douglas Diegues, más conocido como Didí, y Cristino Bogado, el Kúru y las de algunos de los acólitos del portunhol selvagem como el Domador de Yacarés, Edgar Pou y Xico Sá, pero no comparto —y ellos lo saben— su acción literaria y cultural y la manera en que la llevan adelante.
Ese día 8 de diciembre, que cayó sábado, en el Correo Semanal, el escriba Andrés Colmán Gutiérrez publicó un artículo titulado EL PORTUÑOL SE INSTALA EN LA LITERATURA. De inmediato podía reconocerse en el cuerpo del texto una intención poco santa: el autor pretendía situarse como el inventor del idioma aparentemente “revalorizado” por los nombrados más arriba. Ni lerdo ni perezoso Colmán Gutiérrez colocaba a su primera novela El último vuelo del pájaro campana (un escrito que pasó, desde 1995 hasta hoy, ante la mirada de los lectores sin pena ni gloria) como pionera de ese “idioma” citando a Vicente Peiró Barco, un español que supo pasar por Asunción haciendo una caprichosa lectura de la literatura paraguaya que, para él tuvo una utilidad bien concreta, aprobar su postgrado con una materia desconocida y por lo tanto incuestionable para sus evaluadores.
Andrés Colmán Gutiérrez se subió al carro del portunhol selvagem como pionero y fundador, según Colmán Gutiérrez, Peiró dijo acerca de su novela: “en esta obra, por primera vez la literatura paraguaya se ocupa de reflejar una realidad que se ha ido incubando en toda la región de la frontera paraguayo-brasileña desde la segunda mitad del siglo veinte: la aparición del brasiguayo, personaje que se nutre con la cultura de los dos países y crea una nueva identidad, la de un mundo entre dos países.”
Sin pudor alguno, Colmán G. agrega de su propia autoría: “Hasta entonces lo que en la novela se me ocurrió bautizar como portuguarañol (la unión forzada del portugués, el guaraní y el español), se manejaba a un nivel puramente oral y marginal, y no encontraba eco ni en la poesía ni en la narrativa”. Cita luego como antecedentes el portuñol de Caetano Veloso y Gilberto Gil. La pretensión de Colmán Gutiérrez es temeraria, pues los antecedentes de estas mezclas de idiomas se abanican en infinidad de ejemplos y comienzan a verse en escritos desde principios del siglo XX.
La síntesis y conceptualización teórica y práctica de la mezcla de los tres idiomas es obra del paranaense Wilson Bueno en su novela Mar Paraguayo de 1992. Para la utilización del guaraní en ese texto, Bueno contó con la ayuda y el asesoramiento de Jorge Canese con quien consultaba periódicamente. Lo importante en esa mezcla era (ES) la potenciación poética de las lenguas que, unidas, resultan ser “una el yerro de la otra”, tal como lo señala el escritor Néstor Perlongher (1949-1992) en el célebre prólogo de la novela titulado Sopa Paraguaya.
Los que vinimos después de esta importantísima obra, me incluyo porque trabajé en eso de la mezcla de lenguas y llegué a disertar sobre el tema en el Perhappiness 2003 en homenaje a Paulo Leminski, a instancias y gracias a Douglas Diegues y el propio Wilson Bueno; somos apenas empleados de ese laboratorio de lenguaje “trans-fronterizo” que trabaja en una forma de escritura que yo prefiero llamar “brasiguayo”, término que, en su vaguedad, es mucho más exacto y aceptado.
Andrés Colmán Gutiérrez no puede haber inventado lo que ya circulaba, dejémonos de estupideces, el sujeto en cuestión no inventó nada, no es pionero de nada, no bautizó nada, aunque la ignorancia, madre de la soberbia, haya provocado las afirmaciones de Colmán.

domingo, 10 de febrero de 2008

historia universal de la infancia

conjeturas ante la muerte (capítulo 11)

¿cómo fue a parar ese otro niño bajo el camión?, conjeturas ante la muerte: ¿de qué sirven si la madre levanta el cuerpo hecho trizas, blando, los huesos que ya no lo sostienen?

estábamos jugando

el hombre rubio, flaco, alto, de pelo lacio, de peinado con raya al costado, de apellido francés o suizo, el camionero de la otra esquina, el flaco, el que nunca discutía con nadie:

ya no tendrá nombre el niño muerto

ya no tendrá nombre el hombre rubio

el niño sin edad no puede ver al niño muerto

se sienta a su lado pero no hablan, es demasiado pequeño para entablar cualquier conversación y eso que hoy es lunes

estábamos jugando

ayer comimos bananas con dulce de leche porque era domingo

antes del postre hubo estofado de pollo

y mamá amasó tallarines

el niño muerto comió un pedazo de salamín, un cacho de queso de campo y un pan casero;

estábamos jugando

la tapa de latón de la botella de vino gira sobre las huellas de la burda rosca

el hueco del vaso recibe el líquido con un grito ahogado, la garganta del padre del niño muerto se resiste a los alimentos pero los hace correr con vino aunque las uvas son amargas y el tocino está rancio, la carne es desabrida y el queso tiene gusanos

la garganta del hombre rubio, flaco, alto se resiste al guiso de la comisaría, está sentado y mira a ninguna parte, los ojos azules vueltos hacia adentro no ven las rejas

momentos de asombro, ella, la madre, casi de rodillas, rasura el cuerpo entero del padre del niño muerto — él está de pie en una palangana con agua tibia y la deja hacer, hay un ritual que la lleva como si la arrastrara el viento: quiere volver a poseer la piel suave