la hoja metálica y serrada y su estampido. sí. se quiebra. un destello solo. un chasquido solo. un solo relámpago y la hoja ya no está en su sitio. si pudiéramos seguir su movimiento a su misma velocidad la veríamos quieta y desnuda en el aire, abandonada la condición de circuito cerrado, vuelta simple látigo, hamacándose tan suavemente si pudiéramos
martes, 1 de abril de 2008
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