martes, 22 de abril de 2008

la mirada crítica es un muñeco con alfileres

me dicen que la mirada crítica es una de las virtudes que se aprecian en este blog. me dicen que este blog es aburrido. me dicen que este blog es pura autopropaganda. me dicen que encontraron un poema mío en un estante de algún lugar lejano y lo vana a interpretar en un juego poético-teatral. me dicen que rauskin ganó el premio nacional y que es un rara avis (como diría montañana; "sea pato, gallareta o cualquier otro bicho). me dicen que las fotos de xoan son maravillosas y la de los perros de xoan que yo saqué alguna vez es rara. pero la pura verdad es que quizá ninguno de los que afirman estos dichos haya pelado alguna vez una bolsa de mandioca, dado de comer a las gallinas, abierto la puerta de la jaula de los canarios de su abuelo, disparado con un 22 a 50 metros y haciendo un blanco mosca, juntado un sapo del surco de las zanahorias, metido en un berenjenal y arrancado sus frutas violetas, comido las frutillas agrias de la quinta de la casa donde vivió marosa di giorgio mientras abrazaba a una mujer. de todos modos esas cosas a nadie le pueden importar. no hay emoción en ninguna de esas cosas aisladas y dichas con la frialdad del recuerdo objetivo. deberían ser sacudidas por el estremecimientos de la punta del bisturí literario que ahora tienes tan cerca de tu yugular que casi no lo puedes creer.

1 comentario:

Marcelo dijo...

Querido Jorge: Lo que decís es verdad. Lo discutible es que todas esas experiencias se tranformen necesariamente en literatura. Hay gente que efectivamente no tuvo ni la tercera parte de esas experiencias y escribió como Borges, por ejemplo; y otros que tuvieron muchas más incluso, y escribieron como Hemingway. No hay recetas; ni para la crítica ni para la literatura.
Un abrazo,

Marcelo Leites