viernes, 30 de octubre de 2009

cuatro miniaturas entrelazadas

El amante hablará de la señora que le enseñó el amor, la de los amantes de barro, sí, tal vez pueda contarlo.

El reverendo hará una película donde el cordero en realidad se despierta en su propio sueño. Hace un rato estaba en el rebaño, pero ahora está en el futuro, ¿será acaso el reverendo el pastor de este cordero descarriado?

La Reina de Corazones enciende un fuego para comérselo, ¡qué de niñas disfrazadas trepan para el viaje, con el calor de sus pequeños sexos apoyados en el lomo!

Querrá aparearse con estos seres, hijas del reverendo y de algún pájaro hembra; tendrá que seguir una pista: dar doce pasos hacia la Cruz del Sur, preguntar la hora, buscar un tesoro.

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